El Pbro. Lucio Florio,
Doctor en Teología y docente en la Universidad Católica Argentina, disertó en
Córdoba el día 27-7-2015, en el convento San José de Carmelitas Descalzas,
sobre la encíclica Laudato Si´.
En su
exposición sostuvo que es posible, si continúa la crisis ecológica, que se
diagnostica en el capítulo primero de dicho documento, que desaparezca de la
tierra el género humano.
La tesis del sacerdote
citado, la resume en el texto que reproducimos a continuación[1]:
“El universo –y con él la
biosfera y la historia humana- estaría sustentado amorosamente en la comunión
del Dios trinitario. De todos modos, este sustentamiento del universo en el amor
divino no significa que no pueda producirse una hecatombe ecológica. El amor
de Dios no impide, de hecho, ni la
muerte individual ni tampoco la probable muerte térmica del universo. Para
la perspectiva bíblica, el designio de amor transita por una paradójica
victoria de la vida a través de la muerte, tal como sucedió con Jesucristo y,
por él, sucede con cada ser humano y con la totalidad de la historia.
Por otra
parte, la crisis ecológica parece tener origen, en una buena medida, en la
libertad humana. En efecto, su admirable creatividad tecnológica ha permitido
acrecentar exponencialmente la intervención humana sobre el planeta. Sin
embargo, el uso de esta poderosa capacidad tecnológica dependerá de su
orientación ética”.
Al no ser teólogos, no
podemos fundamentar nuestra discrepancia, pero nos alarma este tipo de
afirmaciones que implican que la humanidad puede desaparecer por decisión u
omisión propia, al margen del fin de los
tiempos anunciado en la Sagrada Escritura. Es decir, al margen de la
voluntad divina. Por eso nos ha parecido razonable el párrafo siguiente:
“¿El planeta es
frágil? Al planeta lo creó el Dios omnisciente y todopoderoso, y según los
científicos actuales tiene 4.500 millones de años. ¿Se nos quiere hacer creer
que Dios creó un planeta que habría de sobrevivir y sostenernos hasta
aproximadamente 1970 d.C., y en ese momento de pronto se volvería frágil y
sería necesario que toda la humanidad experimentara una transformación radical
para salvarlo?
¿Acaso Dios, creador de toda la materia, no previó la revolución
industrial y el motor de explosión? ¿Cómo podemos tener la soberbia y la
superioridad de pensar que el Creador nos entregó un planeta frágil que se
puede echar a perder con el uso de automóviles y lacas para el pelo?”.
Fuente: www.juicyecumenism.com
[1]
Florio, Lucio. “Pensamiento bíblico y crisis ambiental”; conferencia
pronunciada en la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, el 12 de julio
de 2012.