jueves, 30 de julio de 2015

¿PROBABLE MUERTE TÉRMICA DEL UNIVERSO?


El Pbro. Lucio Florio, Doctor en Teología y docente en la Universidad Católica Argentina, disertó en Córdoba el día 27-7-2015, en el convento San José de Carmelitas Descalzas, sobre la encíclica Laudato Si´.

En su exposición sostuvo que es posible, si continúa la crisis ecológica, que se diagnostica en el capítulo primero de dicho documento, que desaparezca de la tierra el género humano.
La tesis del sacerdote citado, la resume en el texto que reproducimos a continuación[1]:

“El universo –y con él la biosfera y la historia humana- estaría sustentado amorosamente en la comunión del Dios trinitario.  De todos modos, este sustentamiento del universo en el amor divino no significa que no pueda producirse una hecatombe ecológica. El amor de  Dios no impide, de hecho, ni la muerte individual ni tampoco la probable muerte térmica del universo. Para la perspectiva bíblica, el designio de amor transita por una paradójica victoria de la vida a través de la muerte, tal como sucedió con Jesucristo y, por él, sucede con cada ser humano y con la totalidad de la historia. 

Por otra parte, la crisis ecológica parece tener origen, en una buena medida, en la libertad humana. En efecto, su admirable creatividad tecnológica ha permitido acrecentar exponencialmente la intervención humana sobre el planeta. Sin embargo, el uso de esta poderosa capacidad tecnológica dependerá de su orientación ética”.

Al no ser teólogos, no podemos fundamentar nuestra discrepancia, pero nos alarma este tipo de afirmaciones que implican que la humanidad puede desaparecer por decisión u omisión propia, al margen del fin de los tiempos anunciado en la Sagrada Escritura. Es decir, al margen de la voluntad divina. Por eso nos ha parecido razonable el párrafo siguiente:

“¿El planeta es frágil? Al planeta lo creó el Dios omnisciente y todopoderoso, y según los científicos actuales tiene 4.500 millones de años. ¿Se nos quiere hacer creer que Dios creó un planeta que habría de sobrevivir y sostenernos hasta aproximadamente 1970 d.C., y en ese momento de pronto se volvería frágil y sería necesario que toda la humanidad experimentara una transformación radical para salvarlo? 

¿Acaso Dios, creador de toda la materia, no previó la revolución industrial y el motor de explosión? ¿Cómo podemos tener la soberbia y la superioridad de pensar que el Creador nos entregó un planeta frágil que se puede echar a perder con el uso de automóviles y lacas para el pelo?”.  






[1] Florio, Lucio. “Pensamiento bíblico y crisis ambiental”; conferencia pronunciada en la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, el 12 de julio de 2012.