martes, 21 de septiembre de 2010

Reflexiones sobre Doctrina Social de la Iglesia

(Un estudio del Dr. Mario Meneghini)

Por
José Antonio Riesco
Instituto de Teoría del Estado

Con las palabras del epígrafe, y con el sello de la Escuela de Dirigentes “Santo Tomás Moro”, se publicó en fecha reciente este valioso y útil trabajo de Mario Meneghini, doctor en ciencias políticas, con vocación por la filosofía social y experto en administración pública. Para quien necesite saber qué es eso de la doctrina social de la Iglesia, cuáles son sus temas capitales, en que principios teológicos y lógicos se fundamenta y de qué modo la han explicitado las encíclicas papales, este aporte resulta un instrumento de primera calidad, por su sistemática, la selección bibliográfica e inclusos ciertas aplicaciones a problemas de la sociedad.

No voy a exponer ahora los valiosos contenidos que el Dr. Meneghini seleccionó para elaborar su opúsculo, cosa que cada lector debe hacer por su cuenta. Pero sí quiero referirme a una cuestión más o menos urticante en las filas del catolicismo por su proyección en los ámbitos sociopolíticos, y tal cual la protagoniza un sector de sacerdotes y laicos. Me refiero a la manifiesta sustitución de dicha Doctrina por los planteos, argumentos y objetivos tomados de materialismo histórico, y que llevó a la propuesta de un pseudo “humanismo marxista” y, más todavía, a fundamentar la participación en los planes de violencia para sustituir el capitalismo por algo más o menos llamado “socialismo cristiano”. Una línea a veces nominada tercermundismo, otras teología de la liberación.

Hace unos cuantos años (el tema ya tiene su edad) discutí el asunto con el Dr. Milán Viscovich, uno de los primeros jesuitas que trabajaron en la organización académica de la Universidad Católica de Córdoba. En un diálogo cordial pero sin regalar nada, le espeté “-qué necesidad tienen Uds. los curas interesados en la problemática social, de abandonar un sistema de ideas sensato y avanzado, como la Doctrina de la Iglesia, dónde caben todas las reformas posibles sin destruir los valores del auténtico humanismo, y abrazarse, en cambio, a un teoría que ya no tiene sentido en una sociedad que viene avanzando en orden a la justicia social, y que, además, con sus construcciones totalitarias se ha desmentido a sí mismo..?”.
El entonces Padre Viscovich era muy ingenuo, bien dotado intelectualmente y también honesto. Recuerdo su respuesta : "-No se trata de renegar de nuestra fe católica, pero es evidente que el marxismo contiene una crítica del capitalismo que se debe aprovechar y que es superior a las otras conocidas”. No me contestó nada cuando le dije que en la Encíclica Rerum Novarum, del Papa León XIII (1891) hay una disección del capitalismo y de sus vicios y errores que envidiaría el mejor analista de izquierda. Era notorio que para ingresar en la realidad política, inteerlocutor, en lugar de hacerlo por la puerta del frente había preferido la ventana de atrás.

Yo no sé cómo se forman los curas, en los seminarios y en cursos especiales, pero creo que no estudiar a fondo y reiteradamente la Doctrina Social implica un desperdicio altamente costoso en orden a identidad espiritual. A no ser que haya allí algunos que no creen ni en San Isidoro. Pero no hay dudas que con esta contribución, seria, científica y a la vez didáctica del Dr. Meneghini tienen una oportunidad que no se puede desaprovechar.-